sábado, 31 de diciembre de 2011

El elevadorista asesino


Se cuenta que el propio Arquímedes construyó el primer elevador en el año 236 A.C., pero no fue hasta que Ivan Kulibin instaló en 1793 en el palacio de invierno de Moscú, que estos aparatos empezaron realmente a atraer el intereses de la realeza europea. La historia seguramente la contaba el negro Ornette mientras trabajaba como técnico en Los Ángeles a inicios de la década de los 50 del siglo XX. Ornette Coleman iniciaba sus 20 años y dividía su día en arreglar estos trastos mecánicos y el seguir con sus estudios de música. Desde los 14 años Coleman tocaba el saxofón, pero su estilo era mal recibido en el ambiente, le apodaban “El asesino del Jazz”.

Quizás trabajar en un ambiente tan claustrofóbico en el día, provocaba que Ornette tratara de ser más libre en su faceta de músico, dejando que sus compañeros siguieran su propio ritmo... había nacido el free jazz...

De la música de Ornette Coleman, se dice lo mismo que de los gatos, se le ama o se le odia. El dios negro de la improvisación, sale todas las noches a rebelarse contra la constricción y nos ha dejado obras maestras como el legendario disco: The Shape of Jazz to Come (1959), considerado uno de los 15 o 20 mejores de la historia del jazz. Después de todo, que tanto le puede pedir usted a un elevadorista....

Mexicali, B.C
31 de diciembre 2011
2:21 a.m.


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